miércoles, 21 de diciembre de 2011

Documental María y yo

Texto extraído de Autismodiario.org:

 http://autismodiario.org/2011/02/15/documental-%E2%80%9Cmaria-y-yo%E2%80%9D/


Descubrí el documental “María y yo”, dirigido por Félix Fernández de Castro y producido por Bausan films, unos meses más tarde de su estreno, en julio del año 2010. No lo vi por casualidad, sino por sugerencias varias, la cuales agradezco enormemente. Durante los 80 minutos que dura esta increíble sucesión de imágenes, no tuve oportunidad ni siquiera de cerrar los ojos por un instante. Mi atención era constante sobre cada uno de los diferentes escenarios que iban apareciendo y aunque lloré en algunas ocasiones, no eran lágrimas de tristeza, sino de diversión. Así mismo, reí en muchas otras escenas como consecuencia del tono cómico, y nunca melancólico, que se introduce en cada ámbito mostrado.

Unos días más tarde descubrí que no solamente existe dicho documental, recientemente nominado en los Premios Goya 2011 como mejor película documental, sino que también hay un libro en su 5ª edición ya, de la editorial Astiberri, del que precisamente procede la película, y que fue galardonado con el Premio Nacional del Cómic en 2008, aunque salió a la venta en noviembre de 2007 por primera vez.

El libro y el documental, por estar éste último basado en el primero, comparten unas ciertas características, mientras que difieren en otras tantas. En ambos se cuenta la historia del viaje que realizan María y Miguel Gallardo, padre de María, sus principales protagonistas, durante las vacaciones de verano en un “resort” en las Islas Canarias, en uno de esos hoteles en los que se nos pone una pulsera que nos permite mostrar que lo tenemos todo incluido, por lo que no hay que pagar nada, ni comida, ni bebida, etc.

María es una adolescente de 12 años de edad que tiene autismo, pero eso no es un impedimento para sus padres a la hora de realizar casi cualquier cosa. Miguel y May, madre de María, se divorciaron algunos años atrás y, como consecuencia, cada uno vive en una parte de España: May en las Islas Canarias, donde reside con su hija María, mientras que Miguel lo hace en Barcelona.

Miguel Gallardo es un famoso dibujante e ilustrador, simpático y amable, que parece haber aceptado bastante bien la situación en la que se encuentra María, aunque le cuesta estar viviendo tan lejos de ella durante períodos largos de tiempo. Al ser un reconocido dibujante de cómics, parece que su faceta le ha ayudado a configurar la forma que tiene de entender el autismo de su hija. May es quien comparte el día a día con María, y aunque la cuida junto con el abuelo y ayuda profesional de una asistenta, demuestra amor y ternura por ella a todas horas. Por muy cansada que esté, siempre deja ese sentimiento para otro momento, siendo paciente y cariñosa con María en cualquier instante del día, queriendo aprovechar un aprendizaje tras otro, sin perder de vista los avances que va logrando.

Aunque el libro es algo más extenso dado que se cuentan en él otras facetas de la vida de María, además del viaje de verano, obviamente la película es mucho más explícita y, dentro de lo que cabe, comprensible porque está inserta en un contexto específico. Así mismo, el hecho de que esté más acotada en un ambiente determinado, nos permite entender mejor ciertas situaciones o acontecimientos. Con ello me refiero a que al no ser un documental realizado exclusivamente para padres o profesionales que tienen conocimiento del autismo, como algo cotidiano, es mucho más complicado para personas que no formen parte del colectivo anterior entender por qué ocurren algunas de las conductas de María, ya que no tienen la base de conocimiento necesario. Mientras que en el libro podemos encontrar una sucesión de dibujos, con un sentido y conexión más borrosos, en la película son los propios padres los que nos explican cada una de las ocasiones en las que, por ejemplo, María se enfada.
Uno de los casos más simpáticos que aparece muy bien plasmado en la gran pantalla es el hecho de que las personas con autismo son personas que requieren de una rutina muy rígida, ya que al no tener capacidad de anticipar, no pueden entender los cambios que se producen en su alrededor. Eso les produce un gran enfado y resistencia. Por ello, cuando María y su padre van de paseo, siempre tienen que seguir una misma ruta. Es cierto que, quizá, en el libro se detienen a explicar, en vez de contárnoslo en primera persona, muchas de las imágenes que aparecen en él, porque se vuelve complicado entenderlo, como hemos dicho anteriormente, sin un contexto detallado y concreto. Es bonito ver, aunque al final de la película aparece durante unos minutos, los pictogramas1 que se usan con María en su casa, la forma de utilizarlos y el orden que se consigue el entorno familiar. Así como una forma de expresión especial que permite a las personas con autismo establecer en su mente una secuencia de acciones ordenada, que les permite anticipar lo que viene antes y después de otras cosas. Se extiende, de forma necesaria, ya que todo está interconectado en estas vidas, a cómo es su colegio, sus compañeros y sus actividades en él.

Precisamente por ser el tema del documental una situación poco común, las vacaciones de verano, en la que prácticamente no existen las rutinas, es dónde más se pueden observar las dificultades que presenta María, al padecer un TEA. Aún así, la esencia del documental y lo que captura al espectador, sobre todo aquellos conocedores de este mundo, es la fuerza, coraje y alegría que Miguel lleva siempre consigo.

Miguel Gallardo, con sus cómics, ayuda a María en su difícil trayectoria de comunicación con el mundo y las personas que la rodean, mediante sus sencillos, pero naturales, diseños plasmados en un cuaderno que llevan encima constantemente. No hay un solo cuaderno, sino muchos, en los que Miguel ha ido narrando las historias de María desde su nacimiento y que conserva como algo especial para él y su hija, un lazo de unión en su relación. En estas vacaciones llevan uno en blanco en el que van dibujando aquello que se le hace necesario saber a María de una forma más visual y simple, que pueda indagar durante varios minutos sin que se esfume la información de su mente.

Ciertamente, como muchas veces hemos podido escuchar, en ciertas ocasiones, los niños con autismo poseen “habilidades extraordinarias”, y en este caso, María Gallardo nos sorprende con su deslumbrante memoria para las caras y nombres de las personas que conoce, aunque sea solo durante unas horas o instantes. Aunque también tenemos el extremo contrario, y es un perfecto ejemplo para las estereotipias y repeticiones. En su caso, María está fascinada por la arena de la playa y le encanta cogerla y hacerla volar al viento, de forma lenta y granito a granito, muy cerca de su cara. Parece como si observara cada uno de esos puntos detenidamente, como si en ellos hubiera una vida entera inserta. A su padre le encanta pasar esas horas leyendo a la sombra, cerca de ella, y observándola como si fuera un tesoro.

Es bonito poder comprobar de esa forma lo que muchas veces haríamos y daríamos por aquellas personas por las que sentimos un admiración insuperable. Podemos añadir también el hecho de que María cuando siente aversión por algún estímulo, grita. Lo que me parece increíble es poder ver y comprender la capacidad de no sentir vergüenza alguna por esa persona por la que sientes amor, cuando inevitablemente su forma de comportase no es la más correcta en ciertas situaciones sociales, y el continuo esfuerzo que hay que hacer para tratarla como adulta, y no como niña aún. Las personas con trastorno del espectro autista (TEA), como bien se explica tanto en la película como en el libro, son personas que tienen ciertas limitaciones y carencias, por lo que de nada sirve regañarlas o presionarlas en determinados marcos de actuación.

Personalmente me ha encantado el documental, aunque también el libro es sensacional, y no solo por su realismo, sino porque es una preciosa película que transmite fielmente la ternura y el amor de unos padres por una hija, sin etiquetas. Además de mostrarse una especial similitud entre personas con y sin autismo, únicamente se explica que en éste último caso ellos lo expresan de una forma diferente a los primeros. Me parece una forma estupenda y necesaria de dar a conocer verdaderamente cómo es un caso, aunque concreto ya que no hay ninguno igual, de autismo. Pero hay que saber, ante todo, que con una gran dedicación se puede llegar muy lejos, sin tener que renunciar a la felicidad.



1 Los pictogramas son los dibujos de acciones, lugares, personas, objetos, etc. que se usan constantemente con los niños que padecen autismo, para proporcionarles mayor y continua información. Con ello se ayuda a una mejor comprensión.



También puedes visitar el blog de María y yo: 

http://mariayyo-gallardo.blogspot.com/


El viaje de María


El viaje de María

El Viaje de María, muñecosDentro de su labor por difundir y hacer llegar el conocimiento del autismo a la sociedad, la Fundación Orange ha producido El viaje de María, un cortometraje de animación del dibujante Miguel Gallardo, que se difunde gratuitamente en Internet.

El viaje de María (vídeo en formato compatible con Windows Media, subtitulado, se abre en ventana emergente)
El viaje de María en el Canal Orange de Youtube
Cartel El viaje de MaríaCuando María está con nosotros, hace del mundo un sitio mejor, cuenta Miguel Gallardo en El viaje de María, una pequeña excursión al mundo interior de una adolescente con autismo, un viaje lleno de color, amor, creatividad y originalidad, que nace en el recorrido de unos padres que ven cómo su hija se comporta de una manera especial hasta confirmar el diagnóstico: autismo. La idea, comenta Miguel Gallardo, era intentar meterme en el mundo de María e intentar comprender y visualizar las cosas que perturban a María de nuestro mundo, las cosas que le gustan, las que le hacen sonreir y un pequeño trozito de su planeta tal como yo lo imagino, de una manera fluida, divertida y comprensible incluso para el público que no conoce este trastorno.

El cortometraje, como dice su propio autor, no es una obra sobre el autismo, es sobre el cariño, sobre la relación entre un padre y una hija que, por encima de las dificultades de la comunicación, se transmiten alto y claro su mensaje de amor.

El viaje de María pretende llegar al público general y también lanza un mensaje optimista para los padres y familiares de personas con autismo. Mucha gente pensará que es un mensaje buenista o politicamente correcto, señala Gallardo, no para mí, para mí es verdad, son incontables las cosas que he aprendido con y de María. Yo no quiero que todos los padres compartan mi punto de vista ni mis ideas, lo que si quiero transmitirles es que no se instalen en el dolor y el sufrimiento, que se muevan hacia delante, yo sé que a veces uno es incapaz de ver ninguna luz al final del camino, pero la hay. Y esa luz nos hace crecer y que nuestros hijos crezcan con nosotros, cualquier logro, por pequeño que sea y estoy hablando de saber ponerse solo los calcetines, es un milagro y así lo deberíamos ver.

Fotograma El viaje de MaríaEl viaje de María llega tras el cómic de Miguel María y yo, origen, asimismo, de la película del mismo nombre estrenada este verano, y en la que también participaba la Fundación Orange. Una de las vocaciones de la Fundación Orange es el autismo y a él dedicamos muchos de nuestros esfuerzos y de nuestros proyectos, señala Manuel Gimeno, director general de la Fundación Orange, por eso, cuando cayó en nuestras manos un ejemplar del cómic María y yo de Miguel Gallardo, ese volumen pasó de mano en mano por todos los que componemos la Fundación, provocando en todos nosotros el mismo sentimiento: nos enamoramos de él. Era exactamente lo que nosotros hubiéramos querido hacer para ayudar a difundir el autismo. Así que nos pusimos en contacto con Miguel para hacerle llegar nuestra admiración y ofrecerle nuestra colaboración en algún proyecto que tuviera en mente.

Esa colaboración se trasladó a la participación en el documental y se consolida ahora con este cortometraje, una obra de arte en miniatura que destila amor, sentido del humor, arte, creatividad por todos sus poros, describe Gimeno.

Difusión online

El cortometraje se puede ver de forma gratuita en Internet, el medio por excelencia, según Manuel Gimeno, algo que conoce bien la Fundación Orange, tras el éxito obtenido por el corto Mi hermanito de la luna, que también se puede ver en su web. Un medio que posibilitará que María viaje no sólo a los foros habituales de las personas que buscan información sobre los trastornos del espectro del autismo, sino que, como pretende la Fundación Orange, llegue a toda la sociedad. Creo que estamos en un momento en el que la visibilidad sobre el autismo es muy importante. Intentamos acercarnos al público en general que no está informado, que no tiene a nadie cerca que lo padece o que simplemente se desentienden del mundo de la discapacidad, comenta Gallardo, con todos esos formatos diferentes (cómic, película, cortometraje) nos hemos acercado a ellos y a toda la comunidad de padres y parientes de personas con autismo desde una óptica familiar, vital y optimista pero que no deja de lado la parte dura.

El cortometraje, con guión, ilustración y dirección de Miguel Gallardo, cuenta con la música de Pascal Comelade, la animación de La Pera Animación, la postproducción de Nueve Ojos, la edición y coordinación de Karin du Croo y la sonorización de Humanvoices.


Calendario Afirmaciones Positivas Diciembre

Aquí teneis el enlace del Calendario de Afirmaciones de Diciembre de 2011

Louise Hay te ofrece una afirmación positiva para cada día del año. Para que día a día, durante doce meses, puedas ser el mejor amigo de ti mismo.



http://www.louisehaychile.cl/category/calendarios/

Tengo alas pa' volar


"Pies para qué los quiero si tengo alas pa' volar"

Frida Kahlo, 1953.

Las alas son para volar

 
Cuando se hizo mayor su padre le dijo: «Hijo mío: no todos nacemos con alas. Si bien es cierto que no tienes obligación de volar, creo que sería una pena que te limitaras a caminar teniendo las alas que el buen Dios te ha dado».

-Pero yo no sé volar -contestó el hijo.

-Es verdad... -dijo el padre. Y, caminando, lo llevó hasta el borde del abismo de la montaña.

-¿Ves, hijo? Éste es el vacío. Cuando quieras volar vas a venir aquí, vas a tomar aire, vas a saltar al abismo y, extendiendo las alas, volarás.

El hijo dudó.
-¿Y si me caigo?

-Aunque te caigas, no morirás. Sólo te harás algunos rasguños que te harán más fuerte para el siguiente intento -contestó el padre.

El hijo volvió al pueblo a ver a sus amigos, a sus compañeros, aquellos con los que había caminado toda su vida.

Los más estrechos de mente le dijeron: «¿Estás loco? ¿Para qué? Tu padre está medio loco... ¿Para qué necesita volar? ¿Por qué no te dejas de tonterías? ¿Quién necesita volar?».

Los mejores amigos le aconsejaron: «¿Y si fuera cierto? ¿No será peligroso? ¿Por qué no empiezas despacio? Prueba a tirarte desde una escalera o desde la copa de un árbol. Pero... ¿desde la cima?».

El joven escuchó el consejo de quienes le querían. Subió a la copa de un árbol y, llenándose de coraje, saltó. Desplegó las alas, las agitó en el aire con todas sus fuerzas pero, desgraciadamente se precipitó a tierra.

Con un gran chichón en la frente, se cruzó con su padre.

-Hijo mío -dijo el padre-. Para volar, hay que crear el espacio de aire libre necesario para que las alas se desplieguen. Es como tirarse en paracaídas: necesitas cierta altura antes de saltar.

Para volar hay que empezar asumiendo riesgos.

Si no quieres, lo mejor quizá sea resignarse y seguir caminando para siempre.

Jorge Bucay.